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El rol de la inteligencia artificial en la odontología

El campo de la medicina, específicamente de la odontología, ha visto numerosos avances en términos de tecnología y el uso de inteligencia artificial. Sin embargo, para que el empleo de esta última sea generalizado es necesario tener en cuenta matices éticos, de educación y de costos, de este modo, muchos odontólogos han optado por formarse en MBA en odontología, los cuales integran los aspectos médicos y empresariales necesarios para innovar en el campo.

Antes de adentrarse en la utilización específica en odontología, es necesario definir la inteligencia artificial. El término se utilizó por primera vez en 1955 por el matemático John McCarthy, quien es considerado el padre de la IA. Según McCarthy y sus posteriores seguidores, esta abarca todo software diseñado para mimetizar las funciones cerebrales humanas, generalmente, para una tarea específica. En este sentido, la IA acumula datos, los procesa, aprende de ellos y, finalmente, ofrece soluciones.

En el caso del sector de la salud, frecuentemente se emplea una red neuronal convolucional o artificial, las cuales se caracterizan por la simulación de neuronas a través de algoritmos y son particularmente efectivas en el análisis de imágenes.

El uso de la tecnología en odontología

Teniendo en cuenta lo anterior, la odontología es un campo especialmente óptimo para usar la inteligencia artificial, ya que las imágenes juegan un rol crucial a la hora de establecer un diagnóstico y subsecuente plan de acción y prognosis. La tecnología ayuda a los profesionales a través de segundas opiniones, diagnósticos más precisos y al control y manejo de historial médico de sus pacientes.

Sin embargo, la clave de la inteligencia artificial está en la acumulación de datos, lo cual representa un dilema ético en el sector de la medicina. Los historiales médicos son información delicada, la cual se encuentra protegida por múltiples leyes, así que no es sencilla su adquisición e integración de los sistemas de IA.

Los investigadores de la salud y la informática han encontrado la solución a través de la educación de los pacientes y los practicantes. La mayoría de las personas están dispuestas a entregar voluntariamente su información cuando saben que servirá no solo para su diagnóstico sino  para el  de otros. Aun así, es necesario que los profesionales en odontología estudien las normativas alrededor de la recolección de información y el empleo de software.

Además, la compraventa de datos es cada vez un negocio más rentable y frecuente. De este modo, un odontólogo con la formación apropiada, puede asegurar la privacidad de sus pacientes, obtener ganancias y a su vez, evitar robos informáticos. Sin embargo, hay que resaltar que el enfoque debe ser siempre el avance de la tecnología y la salud y no los beneficios individuales.

Los expertos también han descubierto que tras  la inversión inicial, la inteligencia artificial termina por reducir costos en lo que respecta al manejo de información, seguimiento de los pacientes y elección del tratamiento adecuado. Por esto, otra de las áreas de la odontología con más uso de tecnología es la ortodoncia.

A medida que la inteligencia artificial se vuelve más accesible, los odontólogos pueden apoyarse en esta para ofrecer tratamientos de calidad a sus pacientes. Por ejemplo, para obtener información en áreas en las cuales no se especializan.

Finalmente, es no solo recomendable sino necesaria para una educación interdisciplinaria que asegure que los aspectos éticos, informáticos y de negocios de la inteligencia artificial sean controlados y así, se puede emplear de manera eficaz sin infringir el juramento hipocrático.