¿Por qué se mueven los dientes?
Cuando somos niños, nos acostumbramos a los cambios en nuestros dientes. Esperamos con ansias la visita del “Ratón Pérez” y vemos cómo nuestra sonrisa va tomando forma a medida que crecemos. Sin embargo, ver y sentir que nuestros dientes se mueven cuando somos adultos, es una experiencia completamente distinta. Notar cambios en la sonrisa puede ser desconcertante, incómodo e incluso avergonzante.
En este artículo explicamos cuáles son los motivos por los que los dientes pueden moverse. También, brindamos consejos para que sepas qué debes hacer en estos casos. ¡Seguí leyendo!
¿Es normal que los dientes se muevan un poco?
Nuestros dientes no están soldados a la mandíbula, sino que cada pieza se une al hueso mediante un ligamento llamado “periodontal”.
El hecho de que las piezas dentales no estén ancladas a la mandíbula permite, por ejemplo, que los odontólogos fuercen su movimiento mediante la ortodoncia.
Todo ello es prueba evidente de que incluso los dientes sanos pueden tener algo de movimiento, prácticamente imperceptible. Esto es debido a que la sujeción a la encía no siempre es tan firme.
Por ende, no todas las señales son motivo de preocupación. Si un diente se mueve pero no existe pérdida de inserción en el hueso, no hay riesgo de caída. El problema aparece cuando sí se ha dañado la inserción.
Entonces, debes alertarte cuando se produce un movimiento inusual, más exagerado. Tal como sucede en los niños, es normal que los dientes se muevan un poco. Si bien a esa edad la sensación es un tanto incómoda, tarde o temprano se cambian los dientes de leche por los permanentes. Siendo adultos la situación es diferente, ya que los dientes definitivos no volverán a salir cuando se caigan.
¿Cuáles son las causas por las que mis dientes se mueven?
A continuación, te explicamos los motivos más comunes por los cuales las piezas dentales pueden moverse.
Periodontitis
Sin lugar a dudas, es la principal causa por la que se mueven los dientes. Se trata de una inflamación alrededor del diente, que se origina cuando la gingivitis no es correctamente tratada.
En ella, se forman “bolsas periodontales”, caracterizadas por la acumulación de placa bacteriana. Ésta se disemina desde las encías hacia el resto de los tejidos que sujetan los dientes.
Cuando esta inflamación no es tratada, la periodontitis ataca los tejidos de soporte de los dientes, y el hueso que lo rodea puede terminar dañado. Si la infección ataca el tejido de soporte, la raíz pierde soporte, el diente se afloja y termina por caerse.
Si quieres más información sobre las enfermedades periodontales, su prevención y tratamiento; te invitamos a leer este artículo.
Traumas
El movimiento en las piezas dentales puede también originarse en un golpe fuerte o traumatismo. Cuando un diente es impactado, es posible que sufra alguna de las siguientes lesiones:
- Rotura parcial.
- Fractura total.
- Astillado.
- Movimiento dental por daño en el ligamento.
- Desprendimiento total del diente.
Si sufres un traumatismo en los dientes, es importante que acudas al odontólogo de inmediato. Él estudiará la lesión y establecerá cuál es el mejor tratamiento para evitar el dolor y la pérdida del diente.
El odontólogo podrá reconstruir el diente en el caso que la fractura sea parcial. Para ello, no olvides conservar y llevar al consultorio la parte del diente resultante de la fractura. También, podrá volver a colocar la pieza o sustituirla en el caso que se haya desprendido por completo.
Parafunción
La parafunción oral es un movimiento en el que se aprieta la mandíbula con fuerza. Se trata de una acción involuntaria, y muchas veces desconocida por la propia persona. Dentro de las parafunciones encontramos al bruxismo. Éste tiene un componente psicológico, ligado a la tolerancia al estrés, y puede ser aliviado mediante el uso de férulas o placas de relajación.
Si bien el bruxismo no es en sí mismo una causa de pérdida del diente, sí puede favorecer este desenlace en el caso que se presenten otros factores como la periodontitis.
Cuando las piezas dentales pierden parte de su sujeción debido a la periodontitis, soportan menos las fuerzas excesivas producidas por el bruxismo. Como consecuencia, se acelera la pérdida del diente (de hecho, el riesgo de pérdida se duplica).
La situación se agrava aún más si se suma el impacto que genera el tabaco. Cuando coinciden el bruxismo con el tabaquismo, el riesgo de pérdida del diente llega a ser cuatro veces superior.
Ortodoncia
Cuando una persona utiliza ortodoncia, puede sentir que sus dientes están flojos. Esto es normal, ya que los brackets deben primero aflojar los dientes antes de ubicarlos en la posición correcta. Una vez que los dientes alcancen la posición deseada, la sensación cederá.
Si bien la ortodoncia se incluye en este apartado porque es una de las causas de movilidad dental; no es un aspecto que deba generar preocupación. Se trata de algo temporal, que de ningún modo producirá una pérdida definitiva.
¿Cómo puedo tratar un diente flojo?
En primer lugar, es importante no perder el tiempo y acudir de inmediato a un odontólogo. Son ellos los encargados de diagnosticar el caso, y determinar el motivo por el cual el diente se mueve. A continuación, listamos algunos de los procedimientos más realizados:
- En caso de tener alguna enfermedad periodontal, el odontólogo realizará una limpieza dental en profundidad de tus encías. Esta limpieza permitirá eliminar la acumulación de bacterias, y ayudará a restaurar la correcta movilidad de los dientes.
- Protectores nocturnos. Si tienes bruxismo, existen placas de relajación o funda para la noche que cuidarán a tus dientes de la erosión que provoca el roce. Será el odontólogo el que te informe sobre la mejor opción.
- Extracción del diente. Hay casos en que el diente está tan suelto que ya no existe solución. En estos casos, el odontólogo extraerá la pieza dental y colocará otra en su lugar.
- Otros tratamientos. Algunas técnicas como el entablillado permiten que el diente flojo se una a aquellos que están firmes. Esto permite alcanzar la máxima estabilización del diente flojo.
Fuera de los tratamientos que se realicen en el consultorio odontológico, recomendamos tener cuidado con las comidas, ya que la dieta puede ayudar a prevenir la aparición de dientes flojos. Por ejemplo, el calcio es muy importante para la reconstrucción del diente. Del mismo modo la vitamina C, D y K, que además son buenas para la salud de las encías. Por el contrario, aquellos alimentos ricos en ácidos y azúcares pueden ser perjudiciales para la salud de nuestros dientes.
Finalmente, nunca está de más resaltar la importancia de la higiene bucal. El cepillado y enjuague de dientes, así como el uso de hilo dental; favorecen la prevención de enfermedades periodontales. Si quieres más información sobre esto, te invitamos a leer este artículo.
